El Certificado Energético y la Factura Energética

Para muchas personas el Certificado Energético y la Factura Energética son conceptos totalmente independientes y sin relación alguna entre ambos.

Pero lo cierto es que existe relación, y mucha. De hecho, están directamente relacionados. Tanto es así que la interpretación del certificado energético permite obtener una aproximación a la factura energética de un inmueble.

Por eso he elaborado este vídeo:

Donde os explico que tres pisos iguales: con la misma distribución y orientación, construidos con los mismos materiales y situados exactamente en el mismo edificio. Pueden legar a tener facturas energéticas muy diferentes.

El certificado energético indica la cantidad de energía que necesita una vivienda para mantener unas condiciones de confort determinadas. Esto es: calefacción a una temperatura, climatización en verano también a temperatura dada y agua caliente.

En el vídeo veréis que para producir idéntico confort, los sistemas utilizados arrojan facturas energéticas muy dispares, llegando en un caso a ser triple que en otro.

¡¡¡Pero sí mi consumo energético depende de mí!!!

Claro, si nunca enciendes la calefacción, nunca vas a gastar nada… Pero en invierno vas a pasar un frío de narices…

Es muy común que los clientes se sorprendan cuando les informo que con el certificado pueden llegar a estimar la factura energética.

Me dicen que eso es algo personal… que como voy a saber yo lo que gasta él…

Me explico:

Pues claro que es algo personal, claro que tu factura energética va a tener una relación clara en el uso y disfrute que hagas de tu hogar.

Pero, para que lo entiendas, voy a comparar con los coches:

Hoy en día todo el mundo pregunta cuando gasta un coche antes de comprarlo. De hecho en España circulan más coches diésel que de gasolina; porque el consumo: litros cada 100 km; es inferior en estos.

Y lo cierto es que la gente tiene toda la razón en preocuparse por el consumo del coche que va a comprar. Pues el consumo de combustible incide directamente sobre el bolsillo: cuanto menos gaste el coche, menos dinero se destinará a comprar combustible y más se podrá destinar a otras cosas o al ahorro.

Puro sentido común.

Pues si el consumo en un coche es importante, en un piso mucho más

Al fin y al cabo, los españoles cambiamos de coche de media cada 12 años y recorremos con él unos 250.000 km.

Un coche de gasolina, con un consumo medio de 8 litros cada 100 km consumirá en ese tiempo 20.000 litros de gasolina, estimando un precio medio de 1,30 €/l, gastaremos 26.000 € en combustible en 12 años, unos 2.167 € cada año.

Si el coche fuese diésel, con un consumo medio de 5 litros cada 100 km consumirá en ese tiempo 12.500 litros de gas-oil, estimando un precio medio de 1,10 €/l, gastaremos 13.750 € en combustible en 12 años, unos 1.146 € cada año.

Las cifras hablan por si solas, y no requieren comentario alguno.

Pues nadie se fija en la factura energética a la hora de comprar un piso

Y eso que el piso es para toda la vida (el 95% de los españoles solo compra una vivienda a lo largo de su vida).

Incluso los profesionales inmobiliarios restan importancia a este concepto, diciendo que “nadie se fija en eso”.

Quizá tengan razón, y nadie se fije. Pero lo cierto es que si vas a comprar una casa deberías tener muy en cuenta la factura energética.

No es lo mismo habitar una casa con un consumo de 1.500 € al año entre calefacción aire acondicionado y agua caliente, que una que para producir el mismo grado de confort mismo gaste 4.000 € al año.

Si en tu casa vas a vivir 40 años, en la de 1.500 €/año gastaras 60.000 € en ese periodo.

Pero si te hubieses comprado la de 4.000 €/año gastaras 160.000 €.

Igual te compensa comprar una casa más económica de mantener. Piénsalo.

Y no me vengas, con que tú gastas muy poco

Al igual que si en un coche haces pocos kilómetros y con un estilo de conducción muy suave siempre gastarás menos que otro conductor. Pero siempre gastarás más en el coche de consumo alto que con el de consumo bajo.

En la casa pasa lo mismo. Incluso peor. Quizá el día que compres tu hogar seas soltero y joven y no te importe que tu casa este fría; pero con los años quizá un día tengas pareja e hijos y necesites tener tu hogar bien climatizado.

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