La Etiqueta de Calificación Energética
Todos los que han comprado o alquilado un piso en los últimos años están acostumbrados a que el día de la firma se les hace entrega del certificado energético.
Pero, ¿Qué pasa con la etiqueta?
Pues eso ya… va por regiones….
Según donde vivas te entregaran la etiqueta en el contrato de alquiler o solo el certificado energético (o incluso sólo parte de él).
Se suele dejar el certificado energético para el último momento, por eso en aquellas comunidades autónomas donde el registro no es ágil nunca va a estar disponible la etiqueta en el momento de firmar el contrato de alquiler o la compraventa.
En la Comunidad de Madrid es muy ágil, en un periodo de 72 tenemos la etiqueta; por tanto se entrega junto al certificado energético. Pero en otras autonomías como Castilla y León la etiqueta tarda en torno a mes y medio, y no suele estar presente en la firma de contratos.
¿Por qué es importante la Etiqueta de Calificación Energética?
Pues porque es la culminación del proceso.
Cuando un técnico realiza un certificado energético su trabajo pasa por varias fases, las primeras las realiza el propio técnico, pero las últimas (registro y obtención de etiqueta) dependen de la administración. Revisando los certificados, registrándolos y otorgando la etiqueta.
Digamos que la etiqueta es la garantía de que el proceso se ha realizado de manera correcta.
Además la propia etiqueta energética resume los puntos más fundamentales del certificado energético. Aportando la información más relevante en una simple hoja.
Pero entonces… ¿por qué casi nunca está presente?
Pues fundamentalmente por dos razones:
La primera es que la propia tramitación de la etiqueta es lenta, de varios meses en muchos casos. Y aunque el vendedor realizase el certificado energético previo a ponerlo en venta, es posible que la propiedad se venda antes de otorguen la etiqueta.
La segunda es que existe un gran desconocimiento sobre la importancia y el valor que aporta el certificado energético, y en el 98% de los casos se hace en el último momento y por eso no da tiempo a disponer de la etiqueta energética en la firma del contrato.