Si cuando compraste tu último coche te decantaste por un diésel para ahorrar unos euros, el certificado energético te interesa mucho.

Cuando realizamos un certificado energético lo que realmente hacemos es medir el consumo de energía, informando al nuevo ocupante del inmueble como de caro o barato le va a salir residir allí.

A través de la Etiqueta de Calificación Energética te informamos del consumo de calefacción, de agua caliente y de aire acondicionado, y si es un local o una oficina también del consumo en iluminación.

Las “notas” van de la “A” a la “G”, cuanto más se acerque el edificio a la “A” más barato te resultará mantenerlo.

Además, la Etiqueta de Calificación Energética te informa de cuanto contamina tu inmueble. Como seguro ya sabrás: ecología y economía siempre van de la mano.

A menor consumo, mayor ahorro para tu bolsillo, y también menores emisiones.

Si cuando compraste tu coche, te fijaste mucho en el consumo de combustible, porque eras consciente de que repercutiría mucho en tu bolsillo. Con la vivienda deberías hacer lo mismo.

Al fin y al cabo, tu coche lo vas a usar 10-1 años, pero tu vivienda, quizá sea para toda la vida, y la uses durante más de 40 años.

¿Sabes que el Certificado Energético te indica la factura energética (€/año)?

Realizando un estudio del certificado energético, se puede llegar a estimar la factura energética de un inmueble a nivel de climatización y agua caliente. Si bien en una vivienda se consume energía eléctrica para iluminación o para electrodomésticos, el grueso de la factura energética va en climatización.

Piensa que entre un hogar cuya factura energética es de 1.000 €/año y otro con factura de 2.500 €/año existe un ahorro de 1.500 € al año…. Multiplicado por 40 años, son 60.000 € de diferencia.

¿Habías pensado esto antes?

Seguramente no, de hecho, casi nadie lo tiene en cuenta.

Pues resulta que un piso con factura energética más barata no tiene por qué ser más caro. Pues la eficiencia energética depende de la orientación y superficies de las fachadas; de las dimensiones y calidades de huecos de ventanas y puertas al exterior; y de los sistemas de climatización.

Con el simple ejercicio de solicitar el certificado energético de los pisos que estas comparando para comprar, podrás dictaminar cual tiene menor consumo energético. Incluso puedes recurrir a mi servicio de “Factura Energética” y obtener un valor en €/año, para tenerlo más claro.

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