Sí, con el certificado energético de tu vivienda podrías ahorrar en el IBI.
A finales de 2015 el gobierno introdujo en los presupuestos generales del año siguiente (2016), a través del Ministerio de Hacienda, premiar a las viviendas y oficinas más eficientes rebajando el Impuesto sobre Bienes Inmuebles en función de la calificación energética.
La iniciativa se materializó a través de una enmienda introducida en el Senado en la tramitación de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2016. Ésta modifica la ley de Haciendas Locales de 2004 permitiendo a los ayuntamientos reducir el IBI “hasta un 20%” a los inmuebles urbanos con certificado de eficiencia energética tipo A”. Entraría en vigor, el próximo 1 de enero de 2016.
Los propietarios debían presentar ante el Ayuntamiento la certificación energética que avale el derecho a determinada reducción. La bonificación máxima es del 20%, y ningún inmueble será penalizado: aquéllos con peor calificación o que no tengan certificado registrado mantendrán el IBI según los cálculos habituales.
La reducción propuesta para el impuesto es la siguiente:
- Calificación A: 20%
- Calificación B: 16%
- Calificación C: 12%
- Calificación D: 8%
- Calificación E: 4%
- Calificación F / G / sin certificación: Sin bonificación
Si bien esta iniciativa legislativa continúa en vigor en la actualidad, ningún ayuntamiento la ha aplicado aún. Así que ningún ciudadano ha podido beneficiarse de ella.
Es de prever, que en un futuro próximo se aplique esta u otras medidas similares, pues los edificios son una fuente de emisiones contaminantes muy importante, y se encuentran en el punto de mira de las políticas anticontaminación.
Debemos ser conscientes de que es posible reducir el consumo energético de los edificios, mejorando su aislamiento, instalando en los mismos sistemas de generación de energía 100% renovable y sustituyendo los sistemas de producción de energía (calefacción, aire acondicionado y agua caliente) por otros mucho más eficientes.
Siendo estas mejoras de eficiencia energética mejores para nuestro bolsillo, pues ahorraremos dinero; y también para el conjunto de la sociedad, pues mejoramos la calidad del aire.